En el marco del Mes de la Inclusión, se desarrolló la actividad “Enredados”, destinada a alumnos de salas de 5 años del nivel inicial y primer grado de escuelas primarias, tanto comunes como especiales. La propuesta buscó generar un espacio de convivencia, empatía y aprendizaje compartido a través del juego y actividades didácticas.
La asesora de Discapacidad, Viviana Lima, explicó: “este es un proyecto que ya se venía realizando en el departamento y que decidimos darle un cambio, una vuelta de rosca. Así nació Enredados, con la idea de que todas las instituciones compartan y, sobre todo, que los niños aprendan que todos podemos dentro de nuestras capacidades y posibilidades”.
Durante la jornada, los alumnos participaron de distintas estaciones en las que pudieron experimentar situaciones vinculadas a la movilidad reducida o baja visión, promoviendo la empatía desde la vivencia directa. En este sentido, Lima remarcó: “la discapacidad no debe mirarse desde la lástima, es una condición, y las actividades pueden hacerse adaptadas al ritmo y a las posibilidades de cada uno. Desde pequeños debemos empezar a cambiar paradigmas y estereotipos”.
Además, destacó el valor pedagógico de la propuesta: “trabajamos también con recursos como las botellitas sensoriales o la estación de la calma, que aportan herramientas para docentes y niños, y ayudan a responder frente a situaciones que se presentan en el aula”.
Por su parte, la supervisora de Educación Física de la Sección N° 5, Silvia Sanz, resaltó el trabajo conjunto de instituciones educativas: “este proyecto surge desde la palabra Enredados, porque trabajamos en red entre jardines, escuelas primarias y escuelas especiales. La intención es brindar distintas oportunidades para el desarrollo de habilidades motrices, sociales y emocionales”.
Asimismo, subrayó el impacto positivo de la experiencia: “una tarde de mucho movimiento, color y alegría, donde los chicos recorrieron 20 estaciones de juegos. Esto es posible gracias al acompañamiento de directivos, docentes, personal no docente y supervisoras que apoyan la iniciativa, que sin dudas tendrá nuevas ediciones en distintos distritos del departamento”.
La actividad dejó en claro que la inclusión comienza en las primeras infancias, y que la convivencia en igualdad de condiciones fortalece los valores de respeto y empatía en la comunidad educativa.